La importancia de esta disciplina radica en explicar para qué sirve la lengua; como instrumento de conocimiento debe prestársele toda la atención porque desde esa función cognitiva ella nos acerca al conocimiento de la realidad objetiva, ante todo para interpretarla y valorarla psíquica y socialmente, de manera que desde la función metalingüística, semántica, contextual y pragmáticamente, el lector esté en condiciones de aprender a comunicarse a través del ejercicio continuo del habla, de la escucha, de la escritura y de la lectura coherente, racional, cognitiva y emocionalmente asumida para el logro de una competencia analítica, crítica y reflexiva.