Aprendiendo a ser arquitectos es el relato de las vicisitudes históricas que, en lo referente a la formación de los arquitectos españoles, documentan el paso de la vieja academia de San Fernando a la nueva Escuela de arquitectura. El criterio centralizador de la Administración es el responsable de que esta primera Escuela de los arquitectos haya sido una y madrileña hasta que se creó la de Barcelona en 1875. Esta obra aborda todos los aspectos de la cuestión: planes de estudio, profesores, alumnos, oposiciones y concursos, recursos y métodos pedagógicos, instalaciones, pensiones de Roma, proyectos “fin de carrera”, rivalidades profesionales, vida cotidiana, conflictos y disensiones internas… También se habla del notable lugar que ocupa la Escuela española en el contexto europeo y occidental. Pero hay un asunto verdaderamente crucial, y es el de romper con los tópicos tradicionales que les negaban a nuestros arquitectos decimonónicos la posesión de unos conocimientos técnicos ligados al empleo de los nuevos materiales y atribuidos casi en exclusiva a los ingenieros civiles. Lejos del ensimismamiento artístico denunciado en más de una ocasión, tanto los planes de estudio y los programas de las asignaturas directamente implicadas, como los proyectos “fin de carrera”, evidencian una realidad bien distinta.