No hay nada más fugaz que un comentario periodístico. Los medios electrónicos han agravado esa circunstancia porque es inevitable referirse en ellos a la actualidad más inmediata y notoria, de la manera más corta y precisa posible. El impacto de esas palabras es inversamente proporcional a su permanencia.
Hay sin embargo todavía un espacio para los análisis más mesurados y profundos. Sin alejarse de los hechos del presente es bueno referirse a los temas eternos de la cultura, la historia, la economía y la política. Las notas de este libro, escritas en los últimos tres años en El País de Cali y en Las2orillas de Bogotá, que generosamente me han acogido, publicadas por el Programa Editorial de la Universidad del Valle, mi casa de tantos años, tienen la pretensión de esa permanencia, que en todo caso es muy corta. Las he organizado por temas y en orden cronológico, bajo un nombre evocador: fuegos fatuos.
Esas pálidas y fugaces llamaradas que brotan en la medianoche de los pantanos, solo visibles para un afortunado, insistente o pérfido observador, pero con una energía no exenta de misterio.
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- Contenido
- Introducción
- Capítulo I: El fuego fatuo, siempre deslumbrante, de las aventuras culturales
- Historia de amor con final feliz
- Mecenas y filántropos
- Un mundo raro
- Iletrado
- Bertolucci
- Belisario
- Roma
- Un alma de hielo
- La elegancia es eterna
- El libro verde
- El puro concepto no es arte
- Los intermediarios divinos
- Sexo, letras y fama, sin fronteras
- Rostros como cicatrices
- Un monje cibernético
- Tiempos recios
- Tras las huellas de Caruso
- Cuerpos semidesnudos
- El cuervo blanco
- El carisma no basta
- Un cautivo de oro
- Saqueadores
- La última tentación
- Pintores naranja
- Boomerang
- El cuarto oscuro
- La señora y la muchacha
- Misa solemne
- Don Alvaro H
- Edificios fantásticos
- La maldición de Changó
- Dama de compañía
- Hamilton
- La llegada de la primavera
- Desarraigo
- Capítulo II: El fuego fatuo, a veces ardiente, de la historia
- El lado más oscuro
- Revolución al desnudo
- Traición a la patria
- Una gran lápida negra
- Dominiun Mundi
- Habladurías
- Convidados de piedra
- Cañasgordas
- Divorcio a la inglesa
- Noticias falsas
- El presidente eterno
- Entrega de armas
- Alejandro, Carlos… y Francisco
- Un cautivo de oro
- A través del lecho
- Perfiles criminales
- Los enterradores asustados
- Caen las estatuas
- Un país de bolsillo
- Continencia perfecta
- El joven Churchill
- El viejo Churchill
- Los días finales
- Fuegos fatuos
- Mermelada
- Águila y ogro
- Virus y bacterias
- Tiempo es lo que no hay
- Capitulo III: El fuego fatuo, revoltoso y repetitivo, de la politica y las exigencias sociales
- Oposición
- Señales poderosas
- ¿Cultura naranja?
- Peras y manzanas
- Separados, pero no tanto
- Aborto tardío
- Sin pilas
- Menos elecciones, más democracia
- Voto preferente
- El violinista en el tejado
- La tentación totalitaria
- Un tigre de papel
- Contra viento y marea
- Ruanas y ponchos de todos los colores
- Memorias del conflicto
- Cohabitación en paz, como en los viejos matrimonios
- El origen de todos los males
- La vida en círculos
- Las sillas antes de las bestias
- La educación lo es todo
- Portales y postigos cerrados
- Paraísos sintéticos
- Un adulto feliz
- Una versión sorprendente
- Entre varios fuegos
- ¿Por qué no nos ha llevado el diablo?
- Fallas o fallos en derecho
- Un curioso abuso de las mayorías
- Un ciego con un fusil
- Sin Congreso no hay Gobierno
- El naufragio de la derecha
- La conversación
- Una tormenta no es el diluvio
- Banderas en llamas
- A grandes males
- El tiempo de las calles
- Zapatero a tus zapatos
- Un país sumergido
- Casa por cárcel
- Demócratas, pero no mucho
- La gente ni se entera ni le importa
- Tres versiones calamitosas
- Daños Colaterales
- Sueño húmedo
- Intento de suicidio colectivo
- En surcos de dolores
- Un arzobispo metido en política
- Divorcio a la colombiana
- Los extremos, sacándose los ojos
- Los titiriteros del poder
- Trump, el profeta
- El centro si existe
- El que escruta elige
- Patente de corso
- Pesadilla en la ciudad soñada
- Techos de cristal
- Capitulo IV: El fuego fatuo e indescifrable de la economía
- Pobres pero no tanto
- La gerencia todopoderosa
- Privatizaciones
- Lecciones de economía
- Una tormenta neoliberal
- Un himno pasado de moda
- Pobres como ricos
- Un modelo tóxico
- Reputación
- Sillas vacías
- Peor virus la pobreza
- Es el empleo, estúpido
- Naranja agria
- Los pobres, de nuevo de moda
- El trono y sus Razones
- Un vestido muy remendado
- Toma de conciencia
- Capítulo V: Los fuegos fatuos de las ideas a las que no les ha llegado su hora
- Régimen presidencial o parlamentario: ¿una opción o una necesidad?
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