El furor de las turbas revolucionarias, que ahorcaban a los aristócratas y aterrorizaban a los burgueses, hizo dudar, en su momento, de la virtud política de las masas. Hoy no está ya de moda la obsesión por los excesos populares, pero persiste una cierta duda respecto de la calidad del sentido democrático de lo que ya no se osa llamar el pueblo. «Los otros», en todo caso, ya se trate de individuos o de grupos inmensos, caen bajo la sospecha de egoísmo corporativista, de intolerancia o incluso de desprecio al campo ideológico opuesto y de rechazo íntimo del principio general de alternancia de los partidos en el gobierno. Así, los cientos de miles de manifestantes movilizados hace algunos años en favor de la enseñanza privada fueron acusados de no pensar más que en el interés de sus propios hijos y de ignorar la solidaridad republicana. Pero, a la vez, también habría sido fácil acusar de cálculo personal, o de obcecación, a los defensores de la enseñanza pública o a los miembros de su cuerpo docente. Unidos para apoyarla, no les preocupaba que esta enseñanza representara p ara el Estado uno de los más poderosos instrumentos de adoctrinamiento y que legitimara las desigualdades de hecho, en nombre de la uniformidad de las estructuras.
GUY HERMET
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- Índice
- Prólogo
- Introducción El reverso de las cosas
- I: Los legitimadores, escasos de argumentos
- Los usuarios y los conductores
- El callejón sin salida de los doctrinarios
- La tristeza de los intelectuales
- El desconcierto de los eruditos
- II: El falso desquite de los gobernados
- De un antiparlamentarismo a otro
- El sondeador atrapado en la trampa
- La ciudadanía de los placeres fáciles
- Los desertores
- III: La nostalgia de la autoridad
- ¿El autoritarismo desvanecido?
- La democracia sindical
- De la ley de hierro de la oligarquía al rigorismo obrero
- La vocación militante
- Las fascinaciones comunes
- IV: El despotismo de los oprimidos
- Desde las rebeliones campesinas a los pequeños colonos homicidas
- Los furores revolucionarios
- La ciudad contra el campo
- La calle contra las urnas
- V: La seducción de los tiranos
- El tutor y los huérfanos de la nación
- Los amigos del pueblo y el enemigo público
- Viva el emperador
- El síndrome fascista
- VI: Los cimientos del sentido democrático
- Las religiones ambiguas
- Las escuelas de la disciplina democrática
- VII: La no-democracia de los otros
- La virtud nórdica y los Latin Lovers
- El complejo Solidarnosc o la revolución para los otros
- La democracia sin condiciones
- Epílogo Autopsia de un fantasma
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