La situación de violencia prolongada en Buenaventura ha llegado a extremos insospechados, pues en las últimas dos décadas se ha profundizado y agudizado a tal punto que ha llamado la atención de la sociedad nacional e internacional. La presencia de actores armados que desde diversas orillas buscan ejercer el poder local con base en el atropello a la dignidad de las personas, en especial a la juventud, ha hecho que las comunidades de los sectores más afectados desarrollen acciones de resistencia para poder sobrevivir, pero al mismo tiempo acciones de protesta social, como las marchas y paros cívicos, para reclamar derechos, pues al final la mayor violencia que ellos identifican es la de carácter estructural representada en la marginación social. Este documento intenta poner en evidencia las reflexiones que surgieron de diversos actores sociales sobre esta relación de violencia, poder y acción ciudadana.