Allende. Cinco Discursos Fundamentales

Publicamos este libro con discursos de Salvador Allende en el año en que se celebra el centenario de su natalicio y también se conmemoran treinta y cinco años de su muerte. Al publicar algunos de sus discursos fundamentales (1), queremos asociarnos a los múltiples homenajes que se le han rendido en Chile y el mundo entero, pero no se trata de un homenaje formal, sino reivindicativo de sus principios y, especialmente, de sus enseñanzas. Con el paso del tiempo, resalta la figura de Allende y su clarividencia, por ejemplo al denunciar el comienzo de la globalización neoliberal, desde la tribuna de las Naciones Unidas, el 4 de diciembre de 1972, criticando. Quisiéramos destacar el compromiso y la fidelidad permanente de Allende, hasta su muerte, con las causas sociales y políticas de los más pobres, con sus sueños y al mismo tiempo su realismo político, su capacidad de agitar, de educar y sobre todo de unir fuerzas en torno a un programa popular, que lo llevó a dirigir ese gigantesco movimiento que llevó al pueblo al gobierno en 1970. Se trata de recuperar la memoria de un presidente que hizo de la ética su más alto valor, que murió en el bombardeado palacio de la Moneda, recalcando su combate por un socialismo democrático y revolucionario. Reivindicar también los inmensos logros del gobierno de la “Unidad Popular”, conquistas que han sido denigradas por la dictadura y la derecha, y ocultadas por sectores que quieren hacer de Allende sólo un simple mártir, despojándolo de su compromiso fundamental, dejando en el olvido que bajo el gobierno de la Unidad Popular Chile recuperó el cobre, profundizó la reforma agraria, defendió la enseñanza pública y gratuita, creó el área social de la economía, promovió la participación popular en las decisiones, en resumen, se podría decir que con Allende los chilenos recuperaron la dignidad. Desde luego que la Unidad Popular cometió errores y Allende, evidentemente, actuó a veces con ingenuidad (2), pero los errores no justifican, en ningún caso, el golpe de Estado, que fue un crimen contra el pueblo y la democracia. Como ha quedado demostrado, la Unidad Popular Allende fueron víctimas de las transnacionales, del imperio estadounidense, de los grandes empresarios y de la traición de los militares golpistas. Jamás se debe confundir a las víctimas con los verdugos, jamás el error de una víctima justifica el crimen contra ella.